Lazos (o «Herencia») de Sangre
© Victor M. Sant’Anna 2004
Traducido al español por R & T CONSULTORIA E TRADUÇÕES (luis_retana@hotmail.com)
Revisado por Vanina Schembari (@gmail.com)
Lazos (o «Herencia») de Sangre
Personaje: hija de 15 años reproduciendo la última conversación que tuvo con su madre. (La impresión inicial debe ser la conversación de una madre con su hija, como si fuera la madre hablando. La voz del personaje debe hablar como hablaría una madre reprendiendo a la hija)
¿Qué es lo que me ibas contar que era tan importante? ¿Déjame explicarte primero por qué no puedes salir, está bien?
(Amorosamente) Hija… pon atención… Estoy diciendo esto por tu propio bien…
(Comenzando a perder la paciencia) Mírame a los ojos que estoy hablando contigo, por favor…
(Explotando) ¡Caramba, qué cosa! ¡Qué mierda! ¡Mierda! ¿Cuántas veces te lo dije? ¿Cuántas veces voy a tener que repetirlo? ¿Eres sorda? ¿No escuchas lo que te digo?
(Muy enojada) ¡Mírame a los ojos! ¡Mírame a los ojos!
(Hablando más calma) Mira, hija, yo hago esto para protegerte… ¡Trata de entender! Tú no tienes edad suficiente… ¿Cómo vas a salir de noche con tus amigas? ¡Con quince años! ¡Imagina!
(Alterada) Quieres que suceda lo mismo que pasó con otras… ¿Una desgracia?
(Explotando de nuevo) ¡Mírame a los ojos! ¡Trata de entender! ¿Quieres que suceda contigo lo mismo que me sucedió a mí? ¿Tener que dejar casa, familia, estudio para trabajar y mantenerte? ¡Hacer todo sola, perder toda la vida! ¡Nunca voy a dejar que te suceda lo mismo! ¿Prefiero morir, estás entendiendo?
(Hablando más calma, más enojada) Tú no sabes lo que es tener un hijo a quien criar sin un padre para ayudar.
(Hablando más calma) Yo sé que tú no entiendes… ¡Eres muy joven! No creas que yo no sé lo que estás pensando: que eres responsable, que eres inteligente… ¡Pero tú no sabes cómo es allá afuera! (con más fuerza) ¡Tú no sabes cómo es allá afuera! ¡Tú no entiendes esas cosas y no las vas a entender mientras seas ingenua!
(Amorosamente) Hay cosas que sólo podrás entender cuando llegues a una cierta edad…
(Irritada) ¡No pongas esa cara! ¡Mírame a los ojos que te estoy hablando! ¡Me respetas! (Muy irritada) ¡Me respetas! ¿Qué estás pensando? ¡Yo soy quien te mantiene! ¡Yo soy quien te compra cosas! ¡Tú no puedes dejar todo, tienes que estudiar! ¡No tienes edad para tener novio, tienes que pensar en los estudios! ¿Qué va a pasar si quedas embarazada? ¿Sin dinero, sin nada? ¡Dios me libre! ¡Prefiero morir! ¡Prefiero morir, hija mía!
(Irritada, pero con menos intensidad) ¡Lo que tú quieres no está bien! ¡No está bien! ¡Solo porque tus amigas sean unas irresponsables, eso no está bien! ¿Quieres que suceda una desgracia, algo malo?
(Notando que la comida en el fuego se está quemando) ¡Mira nada más! ¿Ves lo que ocasionas? ¡Me hiciste dejar la comida quemándose! ¡Qué mierda! ¡Idiota, tú eres una idiota!
(Poniéndose furiosa) ¡Escucha! ¡Escucha! ¿A dónde vas? ¡Me respetas! ¡Quédate aquí que no acabé! (con mucho coraje) ¡Te voy a pegar! ¡Para con eso! ¿Estás queriendo una zurra, verdad? ¡La estás buscando!
(Haciendo chantaje emocional) ¿Por qué me estás haciendo esto, hija mía? ¿Yo no te di todo? ¿No te doy una vida maravillosa? ¡Yo te doy todo! ¡Yo muero para hacerte feliz!
(Chantaje con tono de coraje) ¿Por qué no destruyes todo de una vez? ¿Para qué te di todo? ¡Termina rápido con mi vida, vamos! ¡Toma este cuchillo (ofrece un cuchillo a alguien, en el aire) y mátame de una vez!
(El cuchillo cayendo al suelo o el sonido de él cayendo al suelo)
(La voz del personaje regresa al tono que debería ser el esperado para una hija de 15 años, hablando con alguien que podría ser un policía, por ejemplo)
(Con calma) Del resto yo no recuerdo nada… Fue entonces cuando ustedes llegaron… Después de eso recuerdo el sonido del cuchillo cayendo al suelo y de mis manos llenas de sangre… pero… no recuerdo nada más.
© Victor M. Sant’Anna 2004